lunes, 9 de mayo de 2011

De cómo mi vida cambió para siempre...

Era verano y huyendo de la monotonía de la ciudad decidí irme al pueblo de mis padres, donde vive casi toda mi familia, a unos 400 km de mi casa. Allí me esperaba mi primo, con el que tengo una relación muy especial ya que hasta los 12 años nos criaron juntos y somos como hermanos. Ese mismo año, en otra visita, me convenció para salir con su pandilla e hicimos buenas migas por lo que ese verano no lo dudé y le pedí a mi tía que me adoptara durante dos semanas.
Pasamos unos días inolvidables recorriendo los alrededores del pueblo, asistiendo a conciertos de grupos locales y otros conocidos (allí conocí al grupo Dover!) , soñando despiertos en un parque de madrugada, con un poco de música y calimocho bien fresquito para aguantar el calor.
Una tarde, cuando solo faltaban 3 días para volver a casa, uno de los chicos de la pandilla me escribió un sms, solo para preguntarme si lo estaba pasando bien, que le alegraba haberme conocido.. el caso es que estuvimos escribiendonos, conociendonos un poco, sin ninguna intención. Sin embargo, el destino hizo de las suyas... cuando salimos esa noche la gente se empezó a echar atrás y si normalmente eramos 10 personas, esa noche salimos 5: mi primo, su novia, este chico, un amigo común y yo. Nos fuimos a tomar algo y acabamos en el parque sentados en un banco hablando de musica, de la pandilla.. en un momento dado empecé a notar que alguien me estaba tocando un pequeño tatuaje que tengo en la espalda, me giré y era el chico en cuestión, "No sabía que tenías... es bonito", "gracias", (aqui no se que me preguntó) pero me giré para contestarle y cuando me di cuenta...
¡Nos estabamos besando!
Recuerdo que pensé: ¿qué estoy haciendo?
Entonces los demás se dieron cuenta y empezaron a silbar, reir y aplaudir...
Muertos de verguenza y sin saber que hacer escapamos para poder hablar a solas sobre la situación. En resumen, no nos gustabamos, no sabiamos por qué nos estabamos besando y a mí solo me quedaban 3 días para estar allí.. pero era innegable que algo había por lo que decidimos que para que amargarnos esos 3 días...
Entonces recibí un mensaje de mi primo diciendo que los demas se habian ido y que se alegraba por nosotros, que me esperaba en casa.
Al dia siguiente todos sabian lo que habia pasado y disimuladamente hacian lo posble por hacer que nos sentaramos juntos, por dejarnos a solas...
Pero llegó el momento de volver y decidimos que eso no acabaría ahí, que yo volvería en septiembre y hasta entonces nos conoceríamos vía móvil...
Y así fue..
Cuando en septiembre nos reencontramos parecía como si nos conocieramos desde siempre, nos besamos (obligados por mi primo, eso sí jaja que nos daba un poco de corte) y desde ese momento supimos que aunque era dificil, lo intentaríamos. Desde eso hace casi 3 años, en los que hemos aprendido que la distancia no se mide en kilometros, sino en amor, confianza, amistad y voluntad.
Así fue como ElChicoQueMeAguanta llegó a mi vida y me enseñó que las mejores cosas aparecen cuando menos las esperas...

4 comentarios:

  1. ¡Acabo de descubrir tu blog, es genial! Ains, el amor! Yo no sé qué haría sin mi galán :)

    P.D.: Me hace muchísima gracia tu lista de blogs... eres de las mías: todo sobre maternidad Jajajaja

    ResponderEliminar
  2. Jajaja si es que que tendrán los niños que nos enamoran a todas!
    Eso se merece un post aparte (junto con mi pasión por las patatas que es algo que tengo que confesar próximamente) xD
    Muchas gracias por pasarte Alba! Te leo! =)

    ResponderEliminar
  3. @Juliete ¡Gracias! La verdad es que con él me ha tocado la lotería... Nunca creí en las relaciones a distancia pero tienen su punto. No hay un día en que no descubramos algo nuevo el uno del otro y... ¡ya hablamos de boda! ^^ (como se nota que soñar es gratis, ¿verdad?)Eso sí, Movistar debería hacernos una plaquita o algo... xD

    ResponderEliminar